mercoledì 19 dicembre 2007

LOS DERECHOS A.....y los DERECHOS DE....

A menudo escuchamos la palabra derecho y sabemos que tiene varios significados. Así tenemnos "recto, sin torcerse a un lado ni a otro" (aplicable a una persona o cosa); "conjunto de normas ordenadas sistemáticamente"; "facultad de hacer o exigir todo aquello que las leyes establecen a nuestro favor"; "conjunto de principios, preceptos y reglas a que están sometidas las relaciones humanas", y luego las variantes de que se lo vea desde un punto de vista objetivo (norma) o subjetivo (facultad), como adquirido o en expectativa, y cientos de variantes más. Lo cierto es que se menciona la palabra derecho muy menudo, y casi sin saber de qué se trata. Algo similar ocurre con la libertad. Algunos creen que los derechos y las libertades son sbsolutos, y eso es imposible en la vida en sociedad. Es precisamente en la vida social donde nace el derecho ("ubi societas, ibi ius"). Si no hay nada que regular ¿para qué queremos el derecho?. Sin sociedad no se necesita derecho y la libertad puede ser absoluta porque no se puede molestar a nadie. Pero vivimos en sociedad y por lo tanto necesitamos de un derecho, de un régimen que regule la libertad y saber que ni uno ni otra son absolutos sino relativos. Nuestros derechos y libertades terminan donde empiezan los derechos y libertades de los demás. No hay derechos sin deberes, ni deberes sin derechos.
Se habla mucho de derechos humanos y de derechos fundamentales. Pues bien, vayamos a la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica). Ante todo debemos tener en cuenta que en su Art. 1º dice: "Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano". O sea que no comprende a las personas jurídicas. En otros contienentes podrán estar amparadas las personas jurídicas, pero en los países americanos y a los efectos de esta Convención, sólo las persona humanas.
Esta misma Convención Americana de Derechos Humanos dice: "Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley" (Art. 24). Algo similar dice la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre: "Todas las personas son iguales ante la ley y tienen los derechos y deberes consagrados en esta declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otras algunas" (Art. 2).
Seguimos leyendo todas estas Convenciones, Declaraciones y le sumamos las Constituciones de cada país y vemos que, en similares palabras, dicen: Derecho a la vida, desde la concepción; derecho a la integridad personal; derecho a las garantías judiciales; derecho a la libertad de expresión; derecho a que se repete su integridad física, psíquica y moral; derecho al trabajo y a una justa retribución; derecho a la seguridad social que la proteja contra las consecuencias de la desocupación, de la vejez y de la incapacidad, etc. etc. Y en la Constitución Nacional argentina encontramos muchos derechos de: trabajar, publicar sus ideas por la prensa, y ni hablar de los derechos de los trabajadores (Arts. 14 y 14 bis).
Tenemos infinidad de "derechos a" y "derechos de". Pero en la práctica ¿quién tiene el ejercicio real de esos derechos?. No hay duda que somos titulares de esos derechos; pero de los "derechos a" y de los "derechos de". Toda persona (humana), tiene derecho a la lbertad de expresión y a trabajar, sin discriminación. Pero sólo un "derecho a". En la práctica sólo algunas personas gozan de estos derechos; y son más derechos de las personas jurídicas que de las humanas. ¿Y la igualdad y la discriminación?. Todas mentiras. La igualdad de oportunidades no existe. Y después de cierta edad existe la discriminación para trabajar. En algunos casos, existe una discriminación positiva; es decir, se discrimina para beneficiar. Por sexo (u "orientación sexual"), raza, religión, ideas políticas. En realidad, los que más se quejan, son los más beneficiados por esta forma de discriminación. Pero esa discriminación positiva tiene también su faz negativa, porque unos se benefician y otros se perjudican. La capacidad y el estudio no tienen nada que ver. Es más, parece que jugaran en contra. En los medios periodísticos es donde más se percibe. Sobran ejemplos. Cambian los gobiernos y siguen siempre los mismos. ¿Para los demás no existe la libertad de prensa?.
Esta es la realidad. No es culpa de este gobierno, del anterior, del oficialismo ni de la oposición. Quizás sea culpa de todos. Una autodiscriminación es usada por algunos sectores como "caballito de batalla" para lograr la discriminación positiva y con eso acrecentar la desigualdad.
Estamos llenos de "derechos a...." y "derechos de....", pero anhelamos la realización de todos estos derechos. Porque las leyes, convenciones, pactos, tratados, declaraciones, por sí solas, no nos garantizan nada.
Esta opinión no es negativa; es un punto de vista de la realidad que, con acciones positivas, debemos trabajar para cambiar en beneficio de todos. Mientras tanto, "deber ser" y "derechos a" o "derechos de", sólo sirven para la ciencia ficción.